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viernes, 14 de marzo de 2008

VIOLETA KESSELMAN, Buenos Aire, Argentina

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"EL NUBE"

fragmento

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el nube:

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a- nombre de hombre

b- de campo

c- un perro

d- forma del ánimo y su contenido

......

holaholaholahola

nubestás ahí

stásahí

atendémeholaholaholahola

......

el nube:

opción a

que duerme de tarde

con las manos entre las piernas

del que duerme al lado

.....

el nube y la nube

lloran y se comunican

con cables de moco

tendidos de nariz a nariz

.......

la risa viaja

vía cable de moco que vibra

......

por tendido de moco

llegan las palabras de la nube:

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-nube, estás ahí?

-sí

-estás triste?

-no, no estoy

PILAR PAZ PASAMAR, Jerez de la Frontera, España
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"EL REBELDE"
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A mí la nieve me quema
siendo la nieve tan fría...
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¿Que dentro? Salgo a la calle.
¿Que fuera? -No, ¿Que de día?
-Yo salgo de noche. ¿Que
de noche?
Y mi alma se empina
para darse contra el sol
rotundo del mediodía.
.......
No. Si me tiendes tu mano
la apartaré de las mías,
si ponéis entre barandas
mi regresada alegría,
romperé los barandales
en seguida.
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Ni tú, ni el otro, ni vuestra,
ni de nosotros. Mi vida
un «no» contra todo y siempre:
«no, así no», como una fría
espada de pesadumbre
contra márgenes y guías,
.......
¿Que los demás? Los demás
podrán, pero yo no. Mira:
es preferible quedarse
seco como la ceniza.
....
No, a mí no. Descalzo y limpio
mi corazón no se agria,
pájaro neutral de marzo
vivo como él todavía.
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Mi pie, mi mano. La mía.
..........
¡A mí la nieve me quema
siendo la nieve tan fría!
RENATO SANDOVAL, Lima, Perú
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"El Revés y la fuga"
.....
Es que era el otro frente,
no ése que vi desde la noche pelada
regresando a hurtadillas desde el celo y la blenorragia,
en conjunción me unía a las aspiraciones más insulsas
de los cuerpos resurrectos para el rencor y la mentira,
trastocando todo cuanto más ansiabaa pesar del pesar, del saber y del sentir
bajo los cartílagos compungidos
que ya no cabían en sí ante la perspectiva
de gargantas más abiertas sobre la sangre irrestricta.
Lo que vi se desdecía al otro lado,
detrás de los corpúsculos zodiacales agitándose convulsamente en la llanura,
otro poco y un poco más como si en la plétora
hubiese espacio para luces nuevas y rotundas, guiños
y guiñapos de verdad inflamando el pecho
en barbarie plena que sólo crece a punta de desidia.
Porque más allá sigue habiendo el escozor de antaño,
el ojo híspido de la nutria
que aguza el glande y que remira
sin decir nonada, entre el azul del fango adverso
y la ceremonia donde el caballo cojo se masturba
galopando la montaña de luz albina que estertora en la mañana;
suave y suyo el pensamiento pendular, esquivo
el vientre aquel donde se entremezclan todos los consejos,
donde las sombras rielan
y donde el espasmo de un ruin destino se aceda.
Pues aunque el cauce surque más arteramente el entrepecho,
no por eso son más próximas sus riberas,
el tajo es mil y el agua vana, surge
el pez en los exabruptos del meandro,
fustigado va y ya sin gloria
sobre el cadáver altivo de un mastuerzo.