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RENAZCO
Renazco a cada vuelta del día
en las mañanas frías o calladas
en los silbidos del viento
en el soplo inmenso de una sonrisa.
Mis huesos hilan la bandera
de un cerezo en primavera
y yo renazco, madre
en la mirada abierta del amanecer.
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RENAZCO
Renazco a cada vuelta del día
en las mañanas frías o calladas
en los silbidos del viento
en el soplo inmenso de una sonrisa.
Mis huesos hilan la bandera
de un cerezo en primavera
y yo renazco, madre
en la mirada abierta del amanecer.