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lunes, 10 de diciembre de 2007

LEOPOLDO LEZAMA, Ciudad de México, México
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“CANTO METAFÍSICO”
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IV
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No me preocupa el tiempo sino la misteriosa manera en que las cosas parecen demorarse:
El intacto enmudecimiento que va y viene en el esbelto minutero
El lento y silencioso avance de las sombras de la tarde
sobre la quietud del muro
Su vértigo grisáceo que poco a poco se va debilitando.
El viento que muestra sus ágiles peldaños como cristal aéreo
O como somnolienta pluma de ave diamantina.
El peñón que se atenúa desmenuzando la lenta opacidad de los caminos
Empañando el ojeroso manantial y su reflejo inválido.
La suavidad de la marea como melódica expansión de cautelosa ventisca
En la cansada evaporación de aquél murmullo salino
Que desorbita los sentidos hasta retornarlos a su caudal primero.
Luna que desnuda el pedregal rumiando en su pálida moldura
Y rústico organillo que devuelve oficio a los faroles.
El tiempo, su recurso de enturbiar sus rutas hacia la insondable materia
Que prolonga el insomnio con sus tantos atavíos
Como la calle y su concentración de ornamentos luminosos.
Y cae la noche calcinando con su costra húmeda la blancura de las manos
Segregando en volátiles espesuras que siembran las velas de los barcos.
No es el tiempo sino el aroma de las páginas que hacen pensar en el sabor del café
En el transcurso inquieto, insaciable del río nocturno
Su profundo secreto de ágil animal enjuto.
No es el tiempo sino el transcurso de la gota que recorre la persiana
Es el grito de la áspera bombilla desdoblado sobre el mantel ensangrentado
Es la abolición del campanario...
Es en fin
La manera en que el vapor del tabaco debilita la bombilla
Mientras afuera
Sobre la ciudad que convalece
Cae la lluvia

MARGARITA VALENCIA TRIANA, Tijuana, México
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De "Oraciones / horadaciones"
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(para el neoyorca de la barba enrarecida.Yes, indeed, Allen this is for you).
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I
¡Bendita tú caminando por esas calles de ventanas empañadas.
desbordante de confines ininteligibles y de rutas equivocadas.
Bendito el veneno en la garganta y el desamor a destiempo y en deshoras.
Bendito el transcurso de los días y las cicatrices en el rostro y los órganos sentimentales.
Bendito el cielo que se graba en los ojos de todos los que se pierden.
Benditas las hecatombes mentales y los brazos abiertos!
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¡Benditas tú, yo, mi madre, tu madre!
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!Benditas las soledades y los pavimentos que son todos pupilas llorosas.
Bendito el fin del fin y el paraíso del cuerpo.
Benditos los amaneceres con desconocidos, la niebla y la ciudades desventuradas.
Bendito el tiempo que no retorna.
Bendito todo lo que nos vuelve otra cosa, lo que nos destejey susurra palabras sin importancias.
Benditos los clavos y los huecos, sin historias inherentes!
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II
Morbidísima Acker,
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Que mi cuerpo no sea sombra
sino asombro
Que ninguna ley lo sostenga
Que mi deseo pueda más que la noche de lo masculino y sus recelos
Que el triangulo de mi sexo deje de ser inmanencia
Que mis armas sean las letras.
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Desafiantísima,
Que mi carne no sucumba
ante mantos y restricciones,
que nunca la toque la verticalidad de la vergüenza,
Que mi cuerpo diseccione diccionarios y
rompa antónimos prístinos.
Que mi carne drague el goce de ser otra.
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III
Prodigiosa Wittig,
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Que mi cuerpo me pertenezca entero
desde el quimo, el cartílago
hasta el encéfalo y la médula.
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Que el olvido mastoideo
Se reagrupe con la precisión biliar de mi latido.
Que el occipucio y la cabeza dejen de estar expropiados
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Bizarrísima,
Dame fuerza para pelearme entera,
para luchar vértebra a vértebra
en la conquista de mis secreciones.
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Ayúdame a cruzar a nado el río del conocimiento
sin perder las falanges ni los globos oculares.
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Fortaléceme en el exilio
de la verticalidad del pronombre
y del aplastante horizonte de Lesbos.
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Te ofrezco las venas de mi cuello
por una salida de emergencia.
ALMA JIMÉNEZ, Ciudad de México, México
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“¿ELLOS LAS PREFIEREN RUBIAS?”

Algunos dicen que sí
rubias, morenas, piernas largas
o con un buen par de tetas
no lo sé
otros sólo se conforman con una
boca
espalda
vagina
compañía
lo demás
es sólo adorno

Él
las prefiere transparentes
de piel acetato para mirar su interior
las quiere con una cajita en el pecho
no importa si tienen uno o dos senos,
deben tener una cajita en forma de corazón
para que él pueda vivir dentro.

Mi amigo las quiere
traslúcidas
con el cabello más largo
que sus propios sueños,
le gusta llenarles el rostro de fiebre
plantarles dos sandías con sus besos
y esperar que derramen sus jugos.

Él las quiere largas, como lianas amazónicas
largas para agarrarse de ellas y viajar
tumbo tras tumbo por sitios desconocidos;
le gusta mirar su silueta a contraluz
los hombros siempre hacia atrás, la pelvis adelante
siempre alerta, dibujando un blues en la habitación
con sus ojos siempre postrados en él
alabándolo, ayudándolo a salir de esa cárcel
en la que se ha metido poco a poco.

A él le gustan sinceras
como el granizo que antecede
a las lluvias grises
no importa cuántas palabras salgan de sus bocas
deben de salir también del corazón
y si alguna vez dicen: confía en mí
él lo hace
secretamente
no importa cuán mal se sienta después.

A él no le gustan rubias
no le gustan flacas
le gusta verlas a través de sus ojos
tan claras
como
el agua
embotellada.
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"SIBILA"
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Estás perdido
En la longitud del tiempo que me derriba,
Mi voz entrega la acción sombría
De una promesa tirada al mar.
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Terco
No es cosecha de tesoros
La amargura de tu huída
Si mi cuerpo no te detiene
Mi canto no te ayudará.
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Oigo el latido de la destrucción
Es hora, clava en mi pecho la agonía
Y levanta velas
decidido eres
para retar al mar.
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Poetisa soy de tu muerte
No tengo más que decir
escurro mis palabras,
mis visiones crecientes.
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Esta tarde murmuraré tu último
y mudo respiro.

domingo, 9 de diciembre de 2007

ÓSCAR BORONA, Salamanca, España
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"AQUÍ Y AHORA"
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Yo
que fui felado
por Eva, ahorcándose en el árbol de la ira Adán,
yo que fui felado por todas y cada una de las sirenas de Ulises
y por la Mujer Barbuda y por María de la O,
yo que fui felado por Marilyn Monroe, rubia como la
orina de los ciervos,
yo que fui felado por Cleopatra, antes y después de
ser momia,
y por la Mona Lisa y por la Dama de Elche,
yo que fui felado por la rosa, eterna prostituta de
jardín,
yo que fui felado por la Sombra de Jesús el Cristo,
Cisne con sandalias,
y por las valkirias y por la lluvia de Tokio,
yo que fui felado por la Estatua de la Libertad,
yo que fui felado por María Callas, silenciando la
inocencia,
yo que fui felado por Edith Piaf, silenciando el abismo,
rosamente,
yo que fui felado por la rana de la Universidad de Salamanca
y por la hierba democrática de Whitman,
yo que fui felado por Julieta, Romeo huracanándose,
y por las olas de Santo Domingo y por la Luna K,
yo que fui felado por Ybrís Osborne, bruja de 3 pechos,
yo que fui felado por la mansedumbre en Praga
y por la yegua de Bucéfalo y por la Aurora Boreal,
yo que fui felado por la Venus de Milo y por la Cenicienta
y por Arancha Campoamor, bella entre bellas, mon
tout dans ce monde,
yo que fui felado, en fin,
por las pocas que nombro y las muchas que olvido –a
todas amo-
no he eyaculado nunca en la boca de la Poesía.
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Aquí y ahora lo hago. Dura y puramente.
DAVID VEGUE, Talavera de la Reina, España
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"ANTES DE DORMIR EN PENSADO EN EINSTEIN"
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Antes de dormir he pensado en Einstein.
Me sea perdonado este acto
involuntario de sensualidad
de atrevimiento simple contra el sueño.
Quizá otras cosas hay que merecieran
más dignamente este íntimo lugar.
Pero yo soy naturaleza justa.
Tengo con este hombre algunas deudas.
La forma de la luz o el instante muy simple en que me amo.
No son menos mis deudas con el sueño.
Por eso es justo ahora,
como quien juega al tiempo, que permita su diálogo.
Porque él sumaba números
sé sumar yo ahora el horizonte.
Antes de dormir he pensado en Einstein,
en esa vela que él quizá nunca vería,
en la forma en que hablaba
secreta, hermosamente con las piedras,
en los días que sufrió igual que yo
su manera directa
de combinar el barco y la llanura,
en su descripción justa de las cosas,
en su descripción límite de todo el universo:
I prefer pi.
Antes de dormir he pensado en Einstein,
en sus duelos al alba con el vino
(que él nunca tuvo pero yo sí tuve),
en las olas que acaso él describiera
por mi boca, de forma parecida
a ésta: el infinito saludando.
Por su manera de llegar directo
(sin parecerlo) al alma.
He recordado el día en que nos encontramos
ya solos él y yo
por dentro de un segundo al concebir
el teatro sagrado de los mares.
He pensado que amo a hombres que no existen
como amo la belleza que será.
Antes de dormir he pensado en Einstein
de la misma manera que se abrazan los hombres muy hermosos.
He pensado en su limpia, humilde forma
de dominar el tiempo contándose los dedos.
He pasado muy cercade esta frase que bien podría haberla dicho
él alguna vez:
el sueño es la verdad del horizonte.
Antes de dormir he pensado
sincera, humildemente en Albert Einstein.
Le debo a este hombre algunas cosas:
el sonido del sol, el círculo del alma,
el geométrico rezo de la lluvia.
Acaso a este hombre también le deba alguna
de las formas secretas del amor
y él nunca lo sabrá.
CARLOS PARDO, Madrid, España
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Poemas de “Echado a perder”
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Cada poeta busca una porción de horizonte y Los que tenemos contracorazón:


Cada poeta busca una porción
de horizonte: las sombras en cuclillas
como gárgolas con un largo chorrito
reinterpretan el mito de la caverna.


Y de nuevo a otro hotel a olvidar
la miseria de ver la nuda máscara
del desierto- y su compensación
en el grabado de los cinco sentidos.


Un viajero transpira,
llega a las rocas,
lame
su mole blanca,
bebe agua dura sin alfabetizar,
tiende una red en las genealogías
donde el paisaje se disfraza
y la demolición comienza en el oído.


El ámbar de una grúa
El sueño de los albos lotts.
La rama en el confort
de un confeti de tickets.


Esta obra me tiene sujeto.

…………………….


Los que tenemos contracorazón
como un segundo par
de ojos que alumbrara nuestra
permanencia entre las sombras,
que confirmara la ruina
tras el primer vistazo
__ y apagamos la luz
para que la negrura
trague su silueta
en la piel del pasillo...
lo compensamos con
una tendencia
a gozar el desgaste,
a que el trazado muestre falsas
fachadas sumergidas
en el líquido de la realidad.

Tras la noche y la lluvia
de la mañana: bulbos
cúpulas del mercado.

El vendedor de nísperos
se ha comido su infancia.