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martes, 17 de diciembre de 2013

Rocío L'Amar, San Pedro de la Paz, Chile














MONOGRAMA DE UNA ABADESA


1-
esa vieja lámpara, oxidada, demodé en el velador
la luz nocturna en el espejo sólo enseña
un rostro inelegante
a lo máximo
medio moflete un ojo
que ha llorado parte del poema
sin embargo tampoco es silencio
cuando avanza a cada paso la zorra está en el surco
sumando palpitaciones
restándose en el búnker
sucediéndome en ese golpeteo de lengua
y
apago sin apagar el mensáfono
          como hijo de la desventaja
          descendiente de estropicios

          heredera de nada ni de nadie
          así vi pasar el frenesí del párrafo
          así veo a la monjita en casa.

2-
invitante
zopenca al rostro de la noche
gansa por lo gansa retenida
boba sin manos que escudriñar  
enclenque seca
angelota
escoges el rasponazo
el prehistórico el rancio el antiquísimo
eso sangra me digo asola aplasta
bruñe los trofeos del tartufo
el negro más negro
loco jayán tarumba hace frío
exactamente al alcance de los huesos
pero tú, sansirolé, por falta de palabras
alineas las pestañas al nuevo sueño.

3-
tumbón
apoltronado
holgazán igual que un viejo mercedes
la chaise-longue internacionalísimo buscas
ese verbito blando ejercitándose
por mí
el adjetivo puede agarrotarse
y todo punce abrase guise a ultranza
descascarille la sinuosidad en los acertijos
la madre en su mortaja
como si fuera un ghetto justo para ocultar imágenes
donde montas añejas pesadillas molimientos
haraquiris a contraluz metáforas
pero tú sabes
ya no soy quien acecha.

4-
atildada de ana-fe ana-lisis
ana-crónica en lo impermanente
mojígeo imposto tarareo dentro de mayúsculas
de seguro maúllo ante ese teatro triste de la invidencia
me sumo me saqueo el seso me desvirgo
después de eso el artículo
la onomatopeya el espacio en blanco
la virgulilla esparce los frutos de la sombra.

5-
anversos en reversos sicóticos entusiásticos
y mi naricita se vuelve inaplazable
barbitúrica ñangotada servil
tirantez de mármol
sobre las orejas de mi perro cae el grito
abetunándose
apandillándose
a
qu
í ahora ya
engullido de bullanga
enguatado de afanes nada se parece al deseo
camboyano hercúleo socorro fácil
ya no se sucederá mi boca
la abadesa ya llegó.

© Rocío L’Amar/1990/ Obra que incluye el cuadernillo “Sin piedad al verbo”.
* Suor Plautilla Nelli, abadesa de Santa Catalina de Siena.

martes, 27 de agosto de 2013

Julie Sopetrán, Guadalajara, España












EPITAFIO PARA UN ANTIPOEMA

He muerto de abandono total. Nadie quiso leerme.
Y cuando me leían sólo me dedicaban peros, feos, cribas, zarandeos y mortificaciones.
Es muy tarde para enmiendas y remiendos.
Crecí entre palabras pero me daba corte crecer.
Nunca me han gustado los retoques o las justificaciones
por eso me he quedado entre medias tintas y sin zapatos.
Os confieso que aspiré a ser un buen poema
pero por más que me sacrificaba contando las sílabas...
Siempre se me quedaban cortas o largas, no tenía medida
y decidí desmelenarme.
Nunca me importaron las normas ni las reformas.
Me enamoré de los ripios
así que me azotaron los críticos.
Y decidí ser yo mismo sin alteraciones
Fui de rima en rima, de corrosión en corrosión, de costumbre en costumbre
y se apoderó de mi el vicio.
Terminé hablando en romance descuidado
y me convertí en un poema supersticioso.
Me dio por escribir a oscuras y bajo palio
por eso no me ha leído nadie
quise llegar a la cumbre desde la picota
quise ser sabio y me quedé en zoquete muy al borde del vértigo.
He muerto de soledad
porque las manos de mi poeta me abandonaron.
Y ni siquiera hizo el amor conmigo.
Recuerdo que me escribió con la mano izquierda
así que me quedé para vestir santos
pues ni siquiera una "décima" se enamoró de mi.
Nunca descansaré en paz.
Y a pesar de mi muerte, desde el más allá aspiro todavía a ser un buen soneto.
Me quedé en antipoema con muletas,
porque tuve una terrible caída subiendo escaleras hacia la fama.
El golpe fue tan fuerte
que al oírlo, Los Beatles, crearon "Yesterday"
Os diré que gracias a mí,
la lógica es venerada por todas las musas del Olimpo.
Y claro como nunca tuve mucho que decir
me dejaron muerto entre musarañas libres y contrahechas.
Aquí descansan mis palabras
hasta la próxima reencarnación.
Este antipoema que aún soy
ha dejado escrito en su testamento a los poetas compasivos:
que la vida sigue
y aunque escribir sea hacer el amor con la nada
y además de eso, quedarte arruinado y sin palabras, que es lo peor que le puede pasar a un poema,
además de no tener lectores...
Pues eso, que después de muerto,
busco poeta, lo espero, que se acerque a mis tinieblas,
y que me saque de la tumba lo antes posible.
Tal vez, todavía tenga arreglo.

viernes, 9 de agosto de 2013

Ana Muela Sopeña, Bilbao, España













NORA

Yo era una muñeca-
una muñeca como hija de mi padre
una muñeca como esposa de mi marido.
Yo era un juguete para ellos.
Permito a Nora ir
con cuidado la dejo ir,
derribando los altos muros
y abriendo las puertas a profundos cuartos interiores,
la dejo suelta en el aire y se llena de libertad.

Yo soy un ser humano,
incluso antes de ser esposa de un marido
y antes de ser madre de los niños
en primer lugar, soy un ser humano.

Yo soy un ser humano,
las cadenas ya están rotas
el camino hacia la libertad está abierto
y el poder dado por el cielo está repleto.

Ah! jóvenes muchachas,
seguidme como a vuestro propio despertar
levantaos y ejerced vuestro poder!
La luz de un nuevo día está brillando.

lunes, 10 de junio de 2013

Marianela Puebla, Valparaíso, Chile









LLAMÁNDOTE

Quiero que se escuche mi voz a largo alcance,
llamándote noche y día con desconsuelo.
Tu nombre sale de mi boca lleno de melancolía
y se va rumbo forastero.

Tú has dejado mi corazón adherido a tu abrazo
y junto al alero de la ventana
se desangra mi espera en lágrimas que las lleva
la noche por calles plateadas.
Sigo el aroma de tu partida y me voy en pos
de las estrellas, tal vez encuentre un indicador
de tu rastro.

Se envejece el pensamiento encerrado en el laberinto
iracundo de tu desamor.
Aún llevo  el pañuelo de la esperanza
atado al último encuentro.
Aún estoy junto al umbral de la certidumbre
secando  dudas del desamparo.

La noche cae con sus cuchillos de plata
y  llena mi senda de dolorosos recuerdos,
deambulan mis llamados entre los brazos de la niebla
y se van cruzando mares sin encontrar respuesta.

Llamándote
Soy sólo una huérfana taciturna que baña el olvido
con sus húmedas y gélidas manos.
Mi voz es sólo un gemido vagabundo que golpea los cristales
sin atreverse a salir por miedo a perder el camino de regreso,
como tú lo has borrado de tus pensamientos.
A veces me alejo tras tus pasos imaginando huellas
que a propósito dejas a lo largo de tu repentina partida.

Pienso que es solo un juego
que  no te has ido,
es como una forma de llamar mi atención,
y al cerrar los ojos vienes a mí
y dejas un beso rozando mis labios.

Mas, la cruel realidad rasga las tinieblas que me rodean
y muestra el desamparo reinando en un nido deshabitado.
El beso es solo la  sombra
de la llovizna, que no cesa de caer.

lunes, 13 de mayo de 2013

María Villar Portas, Vigo, España











LADRONES DE LETRAS


No es mía
esa silueta ennegrecida
que vaga entre bosques
de mágica extrañeza.

Confundes belleza y armonía
con palabras hueras
girando en tu ruleta.

No es el azar
el que mueve la hermosura
de una frase;
es la avaricia
de poseer milagros
que no son tuyos,
prestigios demasiado grandes
para guardar en anaqueles
olvidados del mundo.

Estás perdido
en templado ocaso;
nadie te ayuda ya
a salvar el desnivel
de tu barranco.
Te hundes
irremediablemente
en tu propio fango.

Mientras
yo busco
la luz clara del albor
que me aparte
de la mirada
ese manto negro
con que ocultas
tu resplandor.

miércoles, 30 de enero de 2013

Silvia Martínez Coronel, Montevideo, Uruguay












FUSIÓN

he estado caminando por dentro de mí esta tarde
me faltaba tu nombre
pero tu nombre es mío y no me falta
lo llevo prendido en mi costado
en el centro de mi esternón
en mis latidos
lo llevo bajo mi blusa, mis ojos, mi recuerdo
que no ha de olvidarte aunque quiera
porque no sabe
mi piel huele a la tuya y no hay remedio
y ni lo busco, para qué
si todos los sueños me llevan a tu boca
a la humedad de tu lengua
a tus hombros de arena
a tu voz de pájaro sin jaula
territorio de mi sed y el agua misma toda
y el silencio todo es un grito si te nombro
y los ruidos todos se callan si apareces
por eso
he de permitirle a este amor moverse a su arbitrio
por mis huesos, mis músculos, mi sangre
he de quedarme a la vera de tu río
y contemplarte
moldearte
dejar que me moldees
arte en todos los sentidos…
de la palabra arte.