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viernes, 28 de noviembre de 2008

CRISTIAN LAGOS, Lonquimay, Chile
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“TREN AL SUR”
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el paso de los trenes enciende la bujía de los huesos
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los durmientes inflaman tus pezones y la sal
se quema en la orilla donde estuvo alguna vez tu voz
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“BEATRIZ”
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Frente a la puerta de tu casa ordeño las ubres del crepúsculo/ una jarra se hunde en el mismo río donde bebes mi rostro/bajo un mismo cielo destrenzas un surco/una semilla /un látigo azul/un candado/ un ciclo de antorchas oxidadas/un cuenco de greda donde el aire entrega gritos trasparentes/un cielo que cae entre las hojas raspando y moviendo las aspas que mueven un molino entre mis sienes
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“CARDOS”
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El crepúsculo ha cuajado en los más violeta de los cardos
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apaleados cardos
desangrados cardos
Ante el viento inclinan
La cabeza
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“FLOR DE MI ESPIRITU”
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mastico en tu mesa piñones tostados y mastico charqui
froto mis huesos en tus huesos
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como un trueno azul pasa un caballo por tu puerta
no ves tu propia sombra movida por el fuego?
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sacudiéndose
está el árbol de mis venas
no sientes el ruido de la primavera?
..
floreciéndose
está la flor de mi espíritu
en sus cuernos de agua.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

RAQUEL PIÑEIRO MONGIELLO, Ciudad de Rosario, Argentina
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Me puse a regresar
por tus abrojos
y eras polen
en la urdimbre
natural de las cosas
desdoblándome
en la geografía
de tu andar
que busca
me busca
rodando latidos
hasta donde
aprendo letreros
de la sangre
tatuándome ciudades.
...
Escandalizar
los barullos del sueño
y decir
a voz abierta
que estoy hablándote
y tu voz
me queda lejos
pero la toco
y no me oyes
porque te elijo
al borde de las cosas
como un huésped
que siempre entra
por primera vez.

lunes, 24 de noviembre de 2008

SERGIO NEIRA, Concepción, Chile

"GUACOLDA"
...
Aún la recuerdo
jugando sobre la hierba,
morena como greda tostada,
recostándose desnuda
ante el gigantesco
granizo de la luna llena.
Olías a tierra humeda,
a musgos, a helechos,
a flores, a humo nativo.
compañera solidaria,
amor combatiente,
llevaste el fuego materno
de la ruca
hasta cada campamento
de improvisadas batallas.
Animaste mi coraje
con el brillo marrón
de tus ojos de avellana.
Reposaste mi cansancio
sobre tu lecho de hierbas.
Con manos de machi
curaste mis heridas.
con risa de nieve
celebraste las victorias.
Amor, aún retornan en brisa
y vuelan tus suspiros.
Aún me quema tu rostro
recostado en mi pecho
como medallón de sol.
Te recuerdo dormida,
eras abultada y sensual
de párpados y labios.
para ser sanada
con mis besos,
me esperaba entreabierta,
la abierta herida
de tu boca.