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jueves, 12 de noviembre de 2009

Lucía Estrada, Envigado, Colombia


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Se reunió contigo lo escuchado
echó también lo muerto
el brazo sobre ti
y los tres avanzasteis
en la noche…

Paul Celan


El aire se abrió despacio con el sonido de las campanas, y en los cuartos,
cada cosa ocupó su lugar y su nombre, reveló de las palabras
su ambiguo secreto.
Entonces todo era posible bajo esa luz de invierno que dibujó tu rostro.
¿Quién habita en esta tierra precedida por el ángel?
¿Quién dispuso los vasos en los que beberíamos el fervor de una pregunta?
Señalaste tras la ventana un jardín cerrado,
y en él un estanque vacío esperando por mis ojos. Era preciso
verlo con atención antes de que se diluyera en la sombra.
Estábamos inmersos en el paisaje, y las voces del jardín venían desde adentro,
y las formas encontraban entre sí su correspondencia.
Algo dijiste del vacío, y a lo lejos,
la fuente brilló en su propia penumbra.
Esto es lo que soñamos. Hundirnos en la transparencia
y en el movimiento de la luz. Ella recorre paciente lo que para nosotros
había perdido su misterio. Aquí están todas las cosas recién descubiertas,
y el mundo, cada vez más liviano, cada vez más pleno de sí mismo,
cada vez más verdadero.
Puedo escuchar el rumor de las puertas que se abren
para conducirnos a otro silencio, y cómo cavamos en él
aunque las cuerdas de la voz se hayan debilitado.
El estanque se cubrirá de agua. Puedo presentirla.
Es oscura y asciende hasta tus ojos llenándote de extrañeza.
Pero delante de ti, nada perderá su claridad.
Deja que tu corazón entable cercanía con la muerte,
que allí también encontrarás presencias luminosas.
Será entonces como si nunca
te hubieras apartado del camino: “El resistir lo es todo”.

*del libro “La Noche en el Espejo”

lunes, 9 de noviembre de 2009

Vicente Corrotea Ahumada, Santiago, Chile

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TUS PIES DESNUDOS

Circula por mis venas el sol bermejo
y mi incorregible simiente
se estremece en mis páramos
cuando miro tus pies desnudos,
despertando viejas emociones
si se acercan a mi ventana rota y a mis sombras.

Convierten en pan tus caminos
que van y vienen demoliendo injusticias,
reparando pequeños destinos quebrados.

Por eso en este día le canto a tus pies desnudos
aunque mi alabanza pudiera ser una manera
de no levantar mi mirada
a tu cintura de cántaro y compases,
magnolio oculto tras el cerco de zarzamora.

Pablo Fernando Racines, Quito, Ecuador

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LA POESÍA


Quiero hacer el amor con las palabras
Buscarlas sin dejar de ellas una sola curva sin mi aliento
Ese tránsito adictivo y tenaz de su ritmo,
de su métrica fulgurante , coqueta , lujuriosa
Se inventa , se reinventa en bichos camaleónicos que se visten de lo que venga
Caracolas , margaritas , harapos de sentires rozagantes
De sonrisa , de sol , de bohemia , de justicia , de venganza, de tristeza, de hadas escondidas
Allí estás , estuviste , estarás por siempre