;

Seguidores de la Revista

miércoles, 6 de julio de 2011

José Aznar Montañés, Valencia, España











LLUVIA

Sufrimos varios años de sequía,
los labriegos, no cesaban de rogar,
es triste, ya no suena el manantial,
y los campos, no se pueden cosechar.

No hay jornales que entregar en el hogar,
las despensas vacías, sin llenar,
incrementa la pobreza y la ansiedad,
las huertas, se secan sin cesar.

Un buen día venturoso del invierno,
arribaron bajo el Cielo con raudal,
nubes negras que entre meses vaciaron,
regando los Valles, y también el matorral.

Huele fuerte el monte florecido,
que la lluvia ha preciado de mojar,
los árboles verdean con orgullo,
las hojas, se mecen al gotear.

De nuevo las yemas rebrotaron,
los frutos asomaron de verdad,
se asombraban las gentes del evento,
y volvían nuevamente a laborar.

Con que poco nos conforma la Natura,
trabajo, comida, familia, hogar,
cuando arriban nuevos vientos a la zona,

y entre tanto, sigue el curso de la vida, al azar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario