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martes, 18 de diciembre de 2007

ROSSELLA DI PAOLO, Lima, Perú
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"SAL SI PUEDES II"
xxxxxxxxxxxxxxxVivo en la casa de la poesía.
Subo despacio sus escaleras
y también, saltando, las bajo.
Me siento en la silla de la poesía,
duermo en su cama, como en su plato.
La poesía tiene ventanas
por donde se deja caer
mañanas y tardes,
y bien me cuelga una lágrima
bien sopla hasta tumbarla / Con esto
quiero decir que trae
curitas y herida
sen la misma canasta.
Yo quiero tanto a la poesía que a veces creo
que no la quiero / Ella me mira,
mueve la cabeza y sigue tejiendo
poesía.
Como siempre, me quedará grande.
Pero cómo decirle / cómo decirle
quiero salir / quiero freír
honestamente mis espárragos...
Ya la veo alcanzándome
con su botella de aceite
y su loca sartén.
Ya la veo,
con su atadito de espárragos
saliéndole de la manga.
Ah su frescura / su fulgor desordenado
y el demorado compás con que me cerca.
Y yo me rindo / me rindo siempre porque vivo
en la casa de la poesía / porque subo
las escaleras de la poesía
y porque también las bajo.
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de: Tablillas de San Lázaro
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La luna cuelga sobre el mar
dura y redonda como el deseo.
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La noche apenas alcanza para taparme un ojo
el otro tercamente abierto sobre el mar en calma,
pero otros vientos se encadenan
para pasar por el hueco de mi corazón
para tatuar en el agua signos que son tu nombre
formas que son tus brazos alrededor de esta caída.
Duele tanto el deseo.
No sé más pero tampoco sé menos que eso.
Cruzo y descruzo mis tibias en el puente
y en cada movimiento algo parte hacia lo oscuro
y en cada movimiento algo vuelve y eres tú
y no eres tú sino la rabia de no estar
aquí y a descubierto.
El timón cae por la borda, las velas se encogen como puños
y luego el miedo
a que no seas más que este océano
a que no seas más que este corazón que se cuenta historias
porque nadie te conoce y estoy hasta el cuello de tio más arriba
porque me hundo en tus aguas
dura y redonda como el deseo, como la luna,
como tiene que ser.
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de: Tablillas de San Lázaro
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a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
San Juan de la Cruz
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En una noche oscura
seis cajas de libros, un vestido, la máquina
de escribir con ansias, en amores inflamada.
Mi madre gritando en la escalera, mis hermanos
los pelos arrancados
¡que no lo sepa nadie!
¡oh dichosa ventura!
una mujer sola, en Lima, qué dirán
salí sin ser notada
qué dirán: puta en cierne
estando ya mi casa sosegada.
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En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
en un taxi negro hacia otra habitación
sin otra luz que mi rabia por vivir
y escribir lo que viviera
y esas clases que dictar ajustándome a la lengua
lo que en el corazón ardía:
una mujer sola, en Lima, qué dirán
qué dirán, puta en cierne.
Puta con burdel tapizado de libros
mi cama de combate con tantas palabras que poner
y enderezar
el poema en mi cuello
y todos mis sentidos suspendidos.
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Todos no, que allí tuve yo los ojos para verte
de lejos la cabeza, tu adelantada frente
oh noche que guiaste la habitación al lado
oh noche amable más que la alborada
hombros bravos de toro, suaves ojos de toro
oh noche que juntaste
su risa con la mía, su leche en mi café
amado con amada
y el beso en el abismo, los círculos de fuego
amada en el amado transformada.
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Quédeme y olvídeme
el rostro recliné sobre ti
el rostro, el vientre, los muslos...

Cesó todo y déjeme
dejando mi cuidado, el llanto del domingo,
la honra de mi casa
todo
entre las azucenas olvidado.
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de: Piel alzada

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