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viernes, 11 de marzo de 2011

César Bakken, Madrid, España


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A MI MADRE

la muerte es una cosa muy seria

según todas las estadísticas una vez en ella se acaba la vida
que es lo único que tenemos todos en común
da igual la vida que hayas llevado
todas acaban en el mismo lugar
en el mismo sumidero
o en el mismo altar
según como se mire o según quien seas o quien te entierre

todos vamos a morir
eso no lo dicen las estadísticas
porque las estadísticas no dicen verdades
solo hacen aproximaciones

la muerte es una cosa muy seria
o eso parece…

nos advierten de ella a cada instante

vigila tu colesterol
no bebas tanto
no corras con el coche
no te drogues
búscate un trabajo
no te acuestes con cualquiera
cotiza
ponte el cinturón
no te metas en líos
hazte un plan de pensiones
no salgas por la noche…

la muerte es una cosa muy seria
nos advierten de ella hasta en los paquetes de tabaco

para mí las cosas que me rodean no son tan serias
son buenas o malas
pero no serias

para mí la muerte es mala
y lo digo porque la he conocido…
y he sido su representante

un día inesperado me llamó al móvil
a través de mi padre que me dijo llorando
hijo
tú madre está muy mal
se muere…

en ese momento dejé todo
toda mi nada
y me fui a hablar con la muerte
empecé a trabajar para ella
esperando que una vez que tuviéramos confianza me dejara libre albedrío

quise engañarla para poder acusarla de moving
o lo que fuera
y que me despidiera aunque fuera procedentemente

pero la muerte es un jefe muy bueno
no puedes engañarle y sabe joderte

aún así seguí trabajando para ella

pero antes lancé un SOS por móvil a mi amigo Valdelvira
y le expliqué que estaba jugando con la muerte
para salvar la vida de mi madre
y él me consoló porque es mi amigo

fui corriendo al hospital
aunque dopado de metro

y antes de entrar lancé otro SOS por móvil a mi amigo Vicen
y lloré con él todo lo que puede llorar un hijo al que le van a quitar a su madre

eché su placenta por los ojos

fui a su lado
una camilla en un pasillo del hospital Severo Ochoa

en ese momento dejé de trabajar para la muerte porque yo ya era parte de ella

ella no sabía nada
mi madre

la muerte lo sabía todo
pero no había hablado con ella
con mi madre

cáncer
fue el veredicto de la doctora
porque los médicos no hacen diagnósticos
sentencian

hice del hospital un sayo y dormí con mi madre varias noches
y la hice reír con bromas que ella reconocía
porque para mí la risa es el motor de la vida
y aunque mi madre había perdido el motor seguía viva y se reía conmigo

y tumbados en la cama de su habitación vimos la luna
y la expliqué que la luna es mentirosa porque cuando decrece tiene forma de “c”

yo seguía siendo amigo de la muerte aunque no quisiera

el hospital no mantiene a los amigos de la muerte
por eso a mi madre la echaron a su casa
la de ella
la que fue mía
la de mi padre
la que fue de mi hermana…
la que era ahora de la muerte

inquilina que siempre estuvo ahí
sin ocupar ningún cuarto
pero que se alojó cuando tuvo motivo para hacerlo

y allí convivimos con la muerte mes y medio
un mes y medio más de lo que la doctora decía que viviría mi madre
porque la doctora no había hablado con la muerte

y no conoce el amor

y como yo hacía todo por amor la muerte me concedió ese tiempo
porque el amor es el hilo entre la vida y la muerte

y en ese tiempo pacté con la muerte volverme la madre de mi madre
y que ella fuera mi hijo

la di de comer
la abracé
la levanté del suelo
la levanté de la cama
la llevé al baño
la lavé
a di de comer
la mediqué

para qué
me preguntó la muerte

para que esté un rato más conmigo
la contesté
no seas tan acaparadora
hija de puta

y la muerte me dio su visto bueno

crié a mi madre el mes y medio hasta que se murió

y lo hizo en mis brazos
morirse

la abracé
la di cientos de besos y miles de caricias

y cuando la muerte llegó
empezó a llorar mientras yo le decía a mi madre que mejor así
durmiendo
se está mejor durmiendo
descansa
duerme
tranquila
que se está mejor así
duerme
duérmete mamá
que se está mejor así…

la muerte sólo miraba

cerré sus ojos con mi mano
como en las películas
sabiendo que nunca más volvería a abrirlos

y la muerte
secándose las lágrimas
cogió mi mano y me dijo que ella cuidaría de mi madre toda la muerte

y esto me lo dijo al oído
para no despertarla a ella

a mi madre.

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