MONOGRAMA DE UNA ABADESA
1-
esa vieja lámpara, oxidada, demodé en el velador
la luz nocturna en el espejo sólo enseña
un rostro inelegante
a lo máximo
medio moflete un ojo
que ha llorado parte del poema
sin embargo tampoco es silencio
cuando avanza a cada paso la zorra está en el surco
sumando palpitaciones
restándose en el búnker
sucediéndome en ese golpeteo de lengua
y
apago sin apagar el mensáfono
como hijo de
la desventaja
descendiente
de estropicios
heredera de nada
ni de nadie
así vi pasar
el frenesí del párrafo
así veo a la
monjita en casa.
2-
invitante
zopenca al rostro de la noche
gansa por lo gansa retenida
boba sin manos que escudriñar
enclenque seca
angelota
escoges el rasponazo
el prehistórico el rancio el antiquísimo
eso sangra me digo asola aplasta
bruñe los trofeos del tartufo
el negro más negro
loco jayán tarumba hace frío
exactamente al alcance de los huesos
pero tú, sansirolé, por falta de palabras
alineas las pestañas al nuevo sueño.
3-
tumbón
apoltronado
holgazán igual que un viejo mercedes
la chaise-longue internacionalísimo buscas
ese verbito blando ejercitándose
por mí
el adjetivo puede agarrotarse
y todo punce abrase guise a ultranza
descascarille la sinuosidad en los acertijos
la madre en su mortaja
como si fuera un ghetto justo para ocultar imágenes
donde montas añejas pesadillas molimientos
haraquiris a contraluz metáforas
pero tú sabes
ya no soy quien acecha.
4-
atildada de ana-fe ana-lisis
ana-crónica en lo impermanente
mojígeo imposto tarareo dentro de mayúsculas
de seguro maúllo ante ese teatro triste de la invidencia
me sumo me saqueo el seso me desvirgo
después de eso el artículo
la onomatopeya el espacio en blanco
la virgulilla esparce los frutos de la sombra.
5-
anversos en reversos sicóticos entusiásticos
y mi naricita se vuelve inaplazable
barbitúrica ñangotada servil
tirantez de mármol
sobre las orejas de mi perro cae el grito
abetunándose
apandillándose
a
qu
í ahora ya
engullido de bullanga
enguatado de afanes nada se parece al deseo
camboyano hercúleo socorro fácil
ya no se sucederá mi boca
la abadesa ya llegó.
© Rocío L’Amar/1990/ Obra que
incluye el cuadernillo “Sin piedad al verbo”.
* Suor Plautilla Nelli,
abadesa de Santa Catalina de Siena.
Recordando viejas publicaciones, 1990, uy, cómo pasa el tiempo... abrazos, Ro
ResponderBorrarBellísimo!! Tiene fuerza, presencia, identidad.
ResponderBorrarMe gusta el carácter del escrito.
Siempre mi querida poetiza es un placer leerte.
Besos inmensos
gracias, mi bella Norma, siempre agradecida de tus estímulos... largo ha sido el camino de las Letras, para seguir aprendiendo. abrazobeso de luz y felices fiestas navideñas. SÉ FELIZ.
BorrarMe ha encantado, aunque algunas palabras no las entiendo. Muchos besos Rocío y Feliz Navidad!
ResponderBorrarabrazos todos, estimada Julie, desde Chile hasta España... FELIZ NAVIDAD, y éxito a montones para el 2014. Gracias
ResponderBorrarMagnifica y maravillosa
ResponderBorrarUn saludo
gracias, Josefa, un trabajo escritural que sigue siendo corregido, si, hasta el cansancio. ABRAZOS muchos.
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