RICARDO LEÓN DE LAS SALAS MIER, Barranquilla, Colombia
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“CONFESIÓN”
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Mujer
he aquí tu poeta
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el hombre
en quien mucho has creído.
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Su poesía zumba en tu oído
como abejas de rica miel
mas su aguijón también ha dolido
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porque la verdad duele
en un mundo de mentiras.
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Por ella murió el Redentor
[hombre de mucha fe]
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por ti moriría yo
aunque no me lo pidieras!
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Sé que he sido hombre de pocas virtudes
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lo sé...
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Mal hijo
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mal padre
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mal amigo
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mal vecino
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malo conmigo mismo hasta la saciedad.
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Malo por no encontrar oficio diferente
al de hacer poemas.
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Mi madre nunca gustó de mi aficiòn por la poesía
porque esta era profesión
de ilusos soñadores.
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Mis hijos no comen versos
aunque estos alimenten el alma.
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Mis amigos solo me ven cuando yo los busco
y a veces se me niegan.
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A mis vecinos les molesta que yo me aisle tanto
que no comparta con ellos
las triviliadades del fútbol y la farándula
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Que nos puede importar
si fulanito de tal se acordó de hacer goles
o si la diva de turno
se revuelca de cama en cama por un millón de dolares
cuando en las calles nuestros niños a duras penas
patean una pelota de trapo
y nuestras adolescentes ya venden su pudor
como dulce en cualquier esquina.
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Mujer
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dame el pan de tu amor
y crucificame en tus brazos
porque eres la única que puede soliviantar este dolor
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este terrible dolor de poeta
que solo se desvanece como tocado por Dios
cuando yo le canto a tu cuerpo.
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Mujer
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he aquí mi dolor
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tuyos son mis versos!