;

Seguidores de la Revista

sábado, 29 de diciembre de 2007

MICHAEL ERIC, Berlín, Alemania
x
“TANGO NR. 1”
x
Danza libre y no te forjes una opinión,
pues los bordes de la Luna bien resisten.
Soslaya al ancla del auto de combate
y no te fíes de la ya conocida sombra.
x
Sigue a la aplicada mujer de vela y regata,
sigue a su despreocupación, a su magnetismo
y a su contundente preferencia. En ello eres tú
quien renace, quien se descebolla y despereza.
x
Danza libre y despreocupado por trochas y senderos,
déjate sacudir por la intensa e irresistible cadencia,
goza de su cercanía en el ombligo de su lengua
y entrégate a lo nuevo por las rutas de Mar y Tierra.
x
x
“TANGO NR. 2”
x
La luz del sol ahora te ofrece
una melodía que te embarga,
mínima es su luz, mas ella crece
y hacia ti su brazo cual guía alarga.
x
Ora en pasos varios o de un solo trazo,
ora suave o rápidamente girando,
te lleva y guía ella del brazo
y juntos os vais después saltando.
x
Ella hace en la danza un repentino alto.
Con esto ella en seguida te asombra
y tú, luego, la acabas también de un salto.
x
Sin estar óptima y debidamente sereno,
ves tú que ante ti ella deviene sombra:
Con ella retomas tu baile, ahora, sin freno.
x
x
“TANGO NR. 3”
x
Esta es la sala
con la superficie de madera
que tocará a la piel de tus tacones.
x
Esta es la música,
a cuya intimidad
se subordina tu cuerpo.
x
Allí está el hombre
con el afán y la ansiedad
de un secreto deseo.
x
Allí está la mujer,
el crisol de fragancia y curvatura
para cuerpo, alma y espíritu.
x
Allí está una pareja,
entregada a un vistoso erotismo
desafiante y vertiginoso.
x
Y aquí está nuestra noche,
ligera y algo despreocupada,
que sin embargo nos acoge y calienta.
x
x
“TANGO NR. 4”
x
No me prometas danza alguna,
si no has bailado antes conmigo.
x
No me toques,
como si tú ya me conocieras.
x
No me guíes en la danza,
si no me has confiado antes tu sombra.
x
No me dejes libre,
como si un reencuentro fuera seguro.
x
x
“TANGO NR. 5”
x
Nosotros escapamos al presagio y nadie nos alcanza.
Nuestra danza y nuestra vida van con el tiempo:
La testa hacia lo azul; firmes los pies sobre la tierra,
y en nosotros, en rítmico tacto, el aquí y el ahora.
x
Y tú, sin ánimo disonante para competir o liquidar,
abandonas en saltos tu centro gravitacional
y con tu esfera te vas acercando a la mía
para del brazo y en compases iniciar nuestra gira.
x
Yo te recibo con mis párpados en tímido reposo
que es resistencia a tu deseo y a tu agitado pulso,
empero estaré siempre listo para reencontrarte,
aún cuando los últimos acordes hayan concluido.
x
Nadie nos ganará para la domesticación o el canje
a los que quizá lleva la rutina de tales ondulaciones.
Nuestro baile es único y nuestros respiros son energía:
Parecemos la raíz que brotando se profundiza en la tierra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario